Constelaciones Interminables
Todo lo que vivo está conectado
Toda mi vida me he encontrado con hambre de contar historias. Con hambre de contar mi historia, y hacer sentido, y ver cómo se van conectando los puntos, como si fueran constelaciones perfectamente diseñadas, completamente sostenidas en un amor que sobrepasa cualquier entendimiento.
Por mucho tiempo me había sentido enajenada en mi propia vida, como si no fuera mía, como si estuviera esperando al fin poder “hacer” de mi personaje.
Este proyecto se gestó en todo ese enajenamiento, ese enajenamiento con el que parecía no haber de otra, siempre caminando (o corriendo) sin saber que tenía la opción de sentarme y contemplar mi alrededor, y hacer mío el aprendizaje (que implicaba abrazar errores y vivir frustración), y demostrar(me) amor desde lo que se sentía genuino, sincero, auténtico, muy mío.
La autenticidad
El regalazo de encontrarme con personas que viven su autenticidad sin temor lo he tenido desde que soy niña. Estoy más que segura que de ese lugar venía (y sigue viniendo) la admiración que tengo hacia mis amigas, hacia mis clientas, hacia personas que veo logrando y trabajando por sus sueños desde un lugar de paz, de fluidez, de apertura a la vida y de permanente gratitud.
Constelaciones Interminables nace para hacer espacio, hacer espacio para finalmente ser Sofi, abrazando la belleza y la luz que viene de dejarnos ser nosotros, completamente, con vergüenzas abrazadas, con aprendizajes siempre en proceso, acompañada… sí, acompañada.
Ser suficiente
Constelaciones Interminables viene de la certeza de que no voy sola, de que en este viaje voy abrazada por las personas que me han precedido, por las personas que me toman de la mano, por las personas que han creído en mí, y por el amor infinito que me creó para ser Sofi.
Porque ser solo Sofi está bien. Porque ser solo Sofi es suficiente.